La
 empresa estadounidense de servicios de internet Google ha introducido 
desde hoy en Europa un formulario que permite a los usuarios solicitar 
la retirada de datos personales almacenados que en su opinión ya no son 
relevantes.
Esta medida responde a una sentencia del
 Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE), que el 13 de mayo 
reconoció el derecho de los ciudadanos a ser "olvidados" en internet, es
 decir, a poder reclamar a Google y otros buscadores que retiren los 
enlaces a informaciones que les perjudican y ya no son pertinentes.
En una entrevista con el Financial 
Times, el consejero delegado de Google, Larry Page, advierte de que la 
nueva directriz de privacidad de la UE perjudicará la innovación, pues 
las empresas que empiezan no podrán hacer frente a esos requisitos 
administrativos.
"Nosotros somos una compañía grande y 
podemos responder a este tipo de preocupaciones e invertir dinero en 
ellas y resolverlas, para nosotros, no es un problema", afirma.
"Pero en conjunto, al regular internet, creo que no vamos a ver el nivel de innovación que hemos visto hasta ahora", aseveró.
Según Page, la nueva complejidad 
regulatoria en la UE hubiera perjudicado a Google cuando eran solamente 
"tres personas en un garaje".
Además, reflexiona el estadounidense, el
 nuevo marco regulatorio sobre privacidad alentará a la censura a 
regímenes opresivos y reaccionarios.
"Será empleado por otros gobiernos que 
no son tan adelantados y progresistas como Europa para hacer cosas 
negativas", afirma en la entrevista, donde lamenta no haber participado 
más en el debate en la UE sobre la protección de datos personales.
"Ahora estamos intentando ser más 
europeos y pensar en ello desde un contexto más europeo", explica sobre 
su nuevo enfoque, y añade: "Vamos a pasar una cantidad significativa de 
tiempo en Europa hablando".
Con el nuevo formulario en línea, los 
ciudadanos europeos podrán reclamar a Google que retire datos personales
 suyos almacenados que han quedado obsoletos, de forma que no aparezcan 
en las búsquedas.
Los solicitantes deben demostrar su 
identidad y aportar enlaces a la información que quieren que 
desaparezca, mientras que la compañía efectuará controles para verificar
 que no existe un interés general para mantener los datos en sus 
archivos, como en el caso de políticos envueltos en escándalos o casos 
de corrupción.
Según el Financial Times, Google también
 dará a conocer hoy una comisión formada, además de intelectuales y 
expertos en regulación europea, por el presidente Eric Schmidt, el 
abogado David Drummond y el jefe de Wikipedia, Jimmy Wales, que evaluará
 las peticiones y supervisará las obligaciones de la empresa en cuanto a
 la privacidad.
La sentencia del TJUE marcó un antes y un después en la aún poco desarrollada jurisprudencia comunitaria relativa a internet.
La disputa surgió a raíz de la petición 
del español Mario Costeja González, quien constató que al introducir su 
nombre en el buscador aparecían dos anuncios sobre una subasta de 
inmuebles relacionada con un embargo derivado de deudas a la Seguridad 
Social sucedido diez años antes y ya resuelto.
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